Es una familia en la cual uno o ambos miembros de la actual pareja tiene uno o varios hijos de uniones anteriores. Es importante conocer que el ciclo de vida de las familias ensambladas, es muy diferente del de las familias tradicionales.
Expertos identifican estas etapas:
1. Fantasía:
La pareja está emocionada con su nueva relación y piensa que no habrá obstáculo que no puedan superar.
2. Transición:
Emerge tensión entre las dos “sub-unidades” bilógicas de la familia. Nuestro compañero/a, está agotado tratando de mediar entre sus hijos y la Pareja (y tratando de gustar a nuestros hijos si los tenemos). La pareja se puede sentir como un@ extrañ@ en la familia, ya que se encuentra en la periferia de la relación entre el padre y el hijo, que es anterior y más poderosa.
3. Conflicto:
Empezamos a entender de dónde viene el dolor que sentimos. Se comienza a plantear la necesidad de hacer cambios. Los padres pueden querer proteger a sus hijos de demasiado cambio, pero la relación con su nueva pareja exige la imposición de nuevas normas. Es la etapa más conflictiva pero también a partir de aquí se empezarán a poner los fundamentos de la nueva familia. Algunas parejas no pueden soportar este nivel de conflicto y rompen.
4. Acción:
Los viejos ideales se desechan y se construye la nueva estructura de la familia. Se toman importantes decisiones sobre cómo será la relación y la convivencia. Requiere mucho trabajo y comunicación.
5. Resolución:
Lo peor ha pasado. Se han establecido nuevas rutinas, se empiezan a crear lazos (que si no son de amor, pueden ser de cariño, respeto o por lo menos familiaridad) y surgen nuevos rituales propios de la familia. La familia ya tiene vida propia y las dificultades que se presentan ya no suponen una amenaza para la pareja ni para la relación entre los padres y los hijos.
Estas fases no son rígidas. Casi siempre se funden unas con otras y puede haber regresiones o avances repentinos. Algunas duran más en unas familias que en otras, pero en general se tarda entre 4 y 7 años en completar el proceso. Lo más importante para poder avanzar es ser conscientes de que todo esto ¡es normal!