El punto de partida para desarrollar altos niveles de confianza en ti misma es reflexionar y elegir cuáles son tus valores…decidir con claridad en que crees y en que orden y luego organizar tu vida para que todo refleje esos valores.
Adaptación de un texto de Bryan Tracy.
¡TU BRÚJULA INTERIOR SON TUS VALORES!
Esto lo aprendí del Dr Russ Harris (y te compartiré parte de sus planteamientos)
¿Y cuál es la relación entre los valores y la confianza?
Los valores están intrínsecamente relacionados con la confianza por varias razones fundamentales:
Inspiración y Motivación: Los valores personales actúan como una fuente de inspiración y motivación. Cuando vives de acuerdo con tus valores, te sientes más auténtica y comprometida con tus acciones y decisiones. Este alineamiento con tus valores fortalece tu confianza en ti misma, ya que sientes que estás actuando de manera coherente con lo que consideras importante y valioso.
Orientación y Claridad: Los valores proporcionan orientación y claridad en la toma de decisiones. Cuando enfrentas dilemas o decisiones difíciles, recurrir a tus valores te ayuda a tomar elecciones que se alineen con tus creencias fundamentales. Esto reduce la incertidumbre y aumenta la confianza, ya que sabes que estás tomando decisiones coherentes con tus principios.
Satisfacción y Logro: Vivir de acuerdo con tus valores te brinda una sensación de satisfacción y logro a medida que avanzas hacia tus metas y objetivos. Cuando persigues metas que reflejan tus valores, cada paso hacia el logro de esas metas se siente significativo y gratificante. Esta sensación de progreso y logro contribuye a una mayor autoconfianza.
Resiliencia: Los valores pueden actuar como un amortiguador contra la adversidad. Cuando enfrentas desafíos o fracasos, la base de valores sólidos te ayuda a mantener la confianza en ti misma. Sabes que estás comprometida con tus valores, independientemente de las circunstancias, lo que te permite mantener una actitud resiliente ante las dificultades.
Autoaceptación: También promueve la autoaceptación. Aceptar quién eres y cómo te comportas de acuerdo con tus valores te permite desarrollar una autoimagen positiva y una mayor autoestima, lo que a su vez refuerza la confianza en ti.
En resumen, los valores personales no solo son una parte integral de tu identidad, sino que también actúan como pilares que sostienen tu confianza en ti misma al proporcionar dirección, propósito y autenticidad en tus acciones y elecciones. Cuando te alineas con tus valores, te sientes más segura y capacitada para enfrentar desafíos y perseguir tus metas.
Ahora bien, es importante tomar en cuenta que, puede que tengas claro tus valores, tu próposito, tus metas, si no lo pones en practica o en acción, no pasa nada, y tu confianza no aumentará.
No podemos esperar sentir confianza en algo si no hemos adquirido las habilidades necesarias para hacerlo.
Por ello es importante PRACTICAR!
Y aunque la practica puede ser incómoda, ya que activa pensamientos y sentimientos incómodos, evitarla, postergarla o encontrar excusas para no hacerlo (ya que naturalmente buscamos evitar el malestar), a corto plazo, esta evitación nos hace sentir bien, pero a largo plazo puede tener consecuencias negativas.
Los psicólogos llaman a este patrón de evitación de pensamientos y sentimientos incómodos “evitación experiencial”. Todas somos propensas a ello hasta cierto punto, ya que nadie disfruta de pensamientos y sentimientos desagradables. Sin embargo, cuanto más evitas el malestar, más limitas tu vida y aumentas el estrés, la procrastinación, la apatía, la pereza, el perfeccionismo, las preocupaciones, y lo que es más lamentable LAS DUDAS SOBRE TI MISMA (este patrón se conoce como “vivir en la zona de seguridad”).
Por ello es importante estar consciente y alerta para involucrarte en las tareas que te has propuesto.
Un ejemplo sencillo de evitación experiencial es no llevar a la acción la dieta, los ejercicios que ibas a comenzar, el emprendimiento que soñaste, leer un libro, llamar a una amiga, plantear una conversación, ¿Te ha pasado? Probablemente, tu mente trató de justificarlo diciendo que no era importante o que podrías hacerlo más tarde. Sin embargo, ¿no sentiste cierto malestar cuando pensaste en hacerlo? Y, ¿no experimentaste un alivio cuando decidiste saltártelo? Esto demuestra cómo la evitación experiencial puede influir en las decisiones.
La pregunta clave es ¿cómo puedes motivarte a practicar y a salir de tu zona de seguridad?, especialmente cuando te sientes cansada, triste, ansiosa o con poco ánimo. La respuesta radica en TUS VALORES PERSONALES, que son lo que realmente puede impulsarTE y mantenerTE motivada a largo plazo.
La brújula interna de nuestros valores actúa como una guía que nos dirige en nuestro viaje y nos ayuda a mantener el rumbo.
Pregúntate:
¿Qué es lo más importante en tu vida?
¿Cuándo te has sentido más auténtica y satisfecha contigo misma?
¿Qué actividades o acciones te hacen sentir más feliz y plena?
¿Cuáles son las cualidades o características que más admiras en los demás?
Si pudieras hacer una diferencia positiva en el mundo, ¿qué cambiarías o contribuirías?
¿En quién te quieres convertir a partir de hoy?
¿Quieres ser alguien con mente abierta, flexible, considerada, amigable, servicial, respetuosa, confiable, leal, honesta? o ¿Quieres ser alguien con liderazgo, autonomía, facilidad para las relaciones y comunicación?
¿Qué te ha revelado este ejercicio (responder estas preguntas con honestidad) sobre la clase de persona que quieres ser, de qué modo quieres tratar a los demás y lo que quieres que represente tu vida? ¿qué es lo que te detiene?
Fíjate que estás preguntas apúntan a tus valores y de acuerdo a los que te identifiquen, accionarás.
¿Cuáles son tus valores? -aquí una pequeña lista de ellos-
Muchas veces, descubrirás fuertes desequilibrios entre tus valores y tus actos, ¿por qué? básicamente por miedos, a no pertenecer, al rechazo, a la crítica, a no ser suficiente.
Cuando te des cuenta de que tus acciones no están alineadas con tus valores, no te castigues a ti misma, recuerda #prohibidolastimarte. Esto simplemente te recuerda que eres un ser humano normal, no un superheroína de ficción. Nadie actúa de acuerdo con sus valores todo el tiempo y en todos los ámbitos de la vida, y no es realista esperar semejante cosa. Naturalmente que siempre se puede mejorar a la hora de actuar de acuerdo con los propios valores, sin embargo, nunca vamos a conseguir hacerlo de manera perfecta. Y recuerda: cuanto más destructiva o auto-decepcionante juzgues que es tu conducta, más probable es que estés actuando de una forma no coherente con tus valores.
Ahora, te invito a realizar este ejercicio para GANAR EL JUEGO DE LA CONFIANZA, propuesta por el Dr Russ Harris:
El ejercicio anterior, te muestra una REGLA DE ORO:
Lo que quiere decir es que cuando te plantees algo ¡Hazlo! con miedo, con apatía, con desánimo…¡Hazlo! dáte evidencias. COMO UN ACTO DE FE POR TI MISMA.
Y para finalizar esta lección, ten en cuenta lo siguiente: