Encuentra aquí nuestras sesiones personalizadas
PILAR 1: AUTOCONSCIENCIA
RUTA 2: CONFIANZA EN ACCIÓN
RUTA 3: FOCO
1 de 2

Autoreflexión

El acto de la reflexión consiste en salirse un poco de la ocasión en la cual uno se encuentra y mirar con una mirada más amplia para ver donde se está.

La reflexión es como dar un paso atrás y observar detenidamente tu situación desde una perspectiva más amplia. Cuando te sumerges en tu contexto, este puede sacudirte y motivarte a pensar profundamente en lo que estás experimentando desde tu propia perspectiva. La reflexión se vuelve crucial porque te libera de cualquier situación difícil, permitiéndote entender dónde te encuentras y tomar decisiones sabias.

En este momento es esencial cuestionarte sobre ¿QUIÉN ESTÁS SIENDO? en el presente.

Esto te brinda la oportunidad de encontrarte contigo misma de una manera que antes quizás no habías experimentado y es un paso importante para creer en ti misma.

La autorreflexión es una herramienta poderosa que puede ayudarte a creer en ti y a encontrar tu camino hacia la confianza y la libertad emocional. En lugar de culpar a otros o a las circunstancias, la autorreflexión te permite examinar tus propios pensamientos y acciones, comprendiendo tus emociones y aprendiendo de tus “errores”. Esto es especialmente importante para ti, como mujer, porque te brinda la oportunidad de tomar las riendas de tu vida y tomar decisiones que te lleven hacia la felicidad y el éxito.

Te permite explorar tu mundo interior y descubrir lo que realmente deseas.

RECUERDA

No necesitas realizar grandes viajes para encontrarte a ti misma, ya que el conocimiento está dentro de ti.
Al hacerte preguntas desafiantes y cuestionar tus creencias y acciones,
puedes descubrir tu verdadera pasión y propósito en la vida.

Esta habilidad es esencial para alcanzar el bien-estar, el éxito y también te brinda la capacidad de gestionar tus emociones y relaciones de manera más efectiva. A través de la autorreflexión, puedes reconocer tus puntos fuertes y oportunidades de mejora, tomar decisiones más conscientes y crecer como persona.

La reflexión más valiosa involucra la consideración consciente y el análisis de creencias y acciones con el próposito de aprender.

Para Porter, la reflexión otorga al cerebro la oportunidad de detenerse en medio del caos, desenredar y clasificar las observaciones y las experiencias, considerar múltiples interpretaciones posibles y darles un sentido.

Lo que significa que si al menos dedicas un espacio del día a reflexionar sobre ti, tus vaores, tu próposito, tus acciones o inacciones, especialmente, sobre tus resultados, podrás resignificar y reinterpretar cómo estas observando al mundo, podrás replantearte las estrategias y acciones para alcanzar resultados más deseados, podrás revisar tus valores y actualizarlos, y lo haces con calidad, seguramente serás más feliz, más productiva y te agotarás menos.

¿Por que te cuesta reflexionar sobre ti misma?

Probablemente porque no sabes como hacerlo, no te gusta ralentizar tu ritmo, requieres cultivar una mentalidad de crecimiento, abierta, curiosa y entusiasta. Le temes a mirar tus resultados indeseados y experimentar las emociones que puedan emerger. Sientes más empatía por actuar que por reflexionar.

Ahora bien, toma en cuenta que la autorreflexión no es “parálisis por análisis”, es decir, que te quedes atascada o no tomes ninguna acción debido a un exceso de análisis, planificación o reflexión sobre una decisión o problema. En lugar de avanzar y tomar medidas, pasas tanto tiempo evaluando todas las opciones posibles o preocupándote por los detalles que te sientes abrumada y no logras tomar ninguna decisión o acción concreta.

Para cultivar una Autorreflexión efectiva, responde para ti, las siguientes preguntas:

¿Que estoy evitando?
¿Cómo me estoy ayudando a progresar?
¿Cómo me estoy interfiriendo en mi progreso?
¿Qué acciones, emociones, pensamientos sostengo que me perjudican?
¿Cómo puedo ser más eficaz?
¿Cómo me siento con respecto a mi vida en este momento y qué cambios deseo realizar?
¿Cuáles son mis mayores miedos o inseguridades y cómo me están afectando?
¿Estoy dedicando suficiente tiempo a cuidar de mí misma y de mi bienestar físico y mental?
¿Qué patrones de pensamiento o comportamiento negativos me están limitando?
¿Estoy viviendo de acuerdo con mis creencias y principios personales?
¿Cómo puedo mejorar mis relaciones personales y mis habilidades de comunicación?
¿Cuál es mi propósito en la vida y cómo puedo trabajar hacia él?
¿Qué puedo aprender de mis experiencias pasadas para crecer y desarrollarme?
¿Estoy satisfaciendo mis necesidades emocionales y espirituales?
¿Cómo puedo ser más compasiva y amorosa hacia mí misma?

Sigue la acción efectiva con reflexión sosegada. De la reflexión sosegada surgirá todavía más acción efectiva.

Selecciona un instrumento o herramienta que te ayude a reflexionar:

Escribe un diario, busca ayuda profesional, habla con alguien de confianza, medita, ora, hazlo sola o acompañada. Agenda en tu calendario un momento del día para eso y comienza progresivamente. Analiza, exámina y cuestiona tus pensamientos.